25 Años del Festival Internacional de Cometas y el Plan Indicativo Cultural 25 Años del Festival Internacional de Cometas y el Plan Indicativo Cultural

Hace 25 años -el 20 de agosto de 1998- el municipio de Filandia estaba celebrando 120 años de fundación y su aniversario se desarrolló con una programación muy especial. Se había generado antes un proceso de gestión cultural bien interesante, desde la Universidad Tecnológica de Pereira, donde se había propuesto la realización de un evento festivo fuera de lo común para conmemorar un año más de la vida municipal de mi tierra natal. Y, también, el recordatorio de un hecho comunitario que aglutinó a los filandeños a finales de la década de los años 30 del siglo pasado. Se trataba de refrescar la memoria en torno de la elevación de una gran cometa, que voló por los aires hasta tierras de Alcalá, y que había sido fabricada artesanalmente por un talabartero llamado Jesús María Ocampo, apodado “Chun”, con la participación de otros parroquianos.

Eran aquellos unos años difíciles, porque la depresión económica mundial también había afectado a la provincia de un país agrario como Colombia. En territorio del Quindío - y particularmente en Filandia - la actividad comercial que se movía por la existencia del Camino del Quindío, vía que pasaba por sus contornos, había disminuido considerablemente. El reducido paso de las mulas de carga con mercancías y de los viajeros por aquella senda histórica se debía al hecho de haberse inaugurado la línea férrea años antes. Desde 1927, el territorio contaba con las estaciones del tren en Armenia, Montenegro, Sucre (Ulloa), Quimbaya y Pereira. El trasegar de los arrieros se venía a menos y ya Filandia veía solitario su casco urbano, acompañado de un sentimiento de agonía que sufrían sus habitantes. El incansable “Chun”, preocupado por el marasmo de sus coterráneos, les propuso levantar los ánimos en torno de una idea ensoñadora, alzar la cometa descomunal por los cielos, en el mes de agosto. Y así fortalecer los espíritus, que ya venían golpeando los sentimientos de un conglomerado que recordaba las tres primeras décadas del siglo veinte con nostalgia.

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